Anochece y la larga fila de vehículos se mueve lentamente pasando por el parque del Este ahora llamado Miranda, mientras escucho la radio, espero verla de nuevo...
En la fila, espero llegar con mi vehículo finalmente a la boca de entrada a la autopista, me acomodo mejor en el asiento y me preparo para verla, ajusto el aire acondicionado y busco mi emisora favorita o busco en mi mp3 una pieza que me guste en ese momento. Es hermosa, creo que a la distancia que queda mi vehículo es la ideal para observarla, Soto debe haber pensado en un sitio así para ser observada por un grupo masivo de expectadores...
Finalmente ahí está, con la iluminación artificial y el cielo obscurecido luce espectacular. La brisa mueve sus filamentos y se deshace en miles de hilos que se abren en filas, rebanadas o lluvia. Es una inmensa masa que parece tener vida pues se mueve aunque muy pausadamente, es lindo observarla. Este sencillo espectáculo que apenas dura unos minutos pues, al llegar a la autopista tengo que mirar al frente, es algo maravilloso que me ayuda a olvidarme del tráfico, los problemas, la política, etc.
En las primeras obras de Soto había que moverse uno para apreciar el cinetismo de las partes de la obra. Con esta obra no hace falta moverse, las dimensiones y el viento se encargan de ello.
Gracias al maestro Soto.. y me pregunto no abrán copias de esta obra que se exhiban en otras ciudades?
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